Estrategia, Análisis y Factibilidad
Impact Report 2025 del USGBC: claves que marcarán la diferencia en tu próximo proyecto
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¿Cómo pueden los despachos de arquitectura e ingeniería responder con visión y estrategia a una era marcada por el calentamiento global, la escasez de recursos y la presión regulatoria?
A medida que aumentan las temperaturas globales, las olas de calor se vuelven más intensas y frecuentes. Se estima que, para 2050, la temperatura global aumentará en aproximadamente 1.5 °C, lo que agravará aún más su impacto. Según la Organización Mundial de la Salud, entre 2000 y 2019 murieron en promedio 489,000 personas al año por causas relacionadas con el calor. Además, entre 2030 y 2050, se proyecta que el estrés térmico por sí solo podría provocar 250,000 muertes adicionales cada año debido a enfermedades, malnutrición y complicaciones vinculadas al calor. Según la Organización Meteorológica Mundial, los fenómenos meteorológicos extremos —incluidos huracanes, inundaciones y tormentas— han aumentado un 83% desde el año 2000.
Frente a este panorama, la sostenibilidad y la eficiencia ya no son solo tendencias, sino el nuevo estándar en arquitectura y construcción. En el centro de este cambio está el U.S. Green Building Council (USGBC), una de las organizaciones que han puesto el tema en el foco de la agenda global y que, con el sistema de clasificación LEED, ha definido los parámetros de los edificios ecológicos.
Año con año esta organización publica un reporte estratégico, y el USGBC Impact Report 2025 ofrece una radiografía muy clara: identifica tendencias, retos y oportunidades para quienes diseñamos, construimos y gestionamos edificios, desde despachos de arquitectura e ingeniería hasta grandes desarrolladoras.
Entre otros datos, el informe estima que el valor de la industria de construcción ecológica es de 2,5 billones de dólares, y el impacto de los proyectos LEED ha impedido que se liberen más de 120 millones de toneladas de carbono en la atmósfera. Estos datos no solo muestran el peso económico del sector, también el enorme potencial que tiene para mitigar el cambio climático a escala global. Lo que plantea el USGBC Impact Report 2025 es una invitación directa a los líderes del sector: es momento de transformar esa escala en acción concreta.
El impacto global del USGBC: un cambio que el mundo necesita
La relación entre la industria de la construcción, los edificios y el cambio climático es evidente. Según el Global Status Report for Buildings and Construction (2022) del PNUMA:
- El 38% de las emisiones globales de carbono relacionadas con la energía proviene de los edificios.
- El 34% del consumo global de energía viene de los edificios.
- El 50% de los materiales extraídos a nivel mundial se utiliza en la construcción.
Cuando hablamos de sostenibilidad en la construcción, el USGBC es mucho más que la organización detrás de la certificación LEED. Su verdadera misión es transformar la manera en que diseñamos, construimos y operamos edificios y comunidades, para que sean lugares saludables, equitativos, resilientes y prósperos —no solo hoy, sino también para las futuras generaciones.
El USGBC propone una estrategia integral basada en múltiples esfuerzos articulados que, en conjunto, buscan acelerar el impacto positivo del entorno construido en el mundo. Su objetivo central es impulsar la creación de espacios que mitiguen el cambio climático, promuevan la salud y fomenten comunidades resilientes frente a los retos ambientales y sociales actuales. Para lograrlo, el USGBC orienta su acción en torno a siete campos clave::
Elevar los estándares de la industria: USGBC trabaja constantemente para subir la vara de lo que significa construir bien, integrando criterios de eficiencia, salud y equidad en toda la industria.
Impulsar la adopción generalizada: Actualmente, más de 197,000 proyectos LEED en 186 países demuestran cómo el cambio se vuelve masivo cuando las mejores prácticas dejan de ser nicho y pasan a ser norma.
Influir en políticas y regulaciones: El USGBC promueve la inclusión de criterios de sostenibilidad en la regulación pública y privada, logrando que los edificios verdes sean parte de la conversación de planeación urbana, inversión y salud pública.
Incrementar la demanda del mercado: El liderazgo del USGBC ha impulsado que la demanda de proyectos sostenibles crezca de manera constante, tanto desde el lado de inversionistas como de usuarios finales.
Empoderar profesionales de la industria: Con más de 205,000 profesionales LEED acreditados y una red de más de 5,300 miembros organizacionales, el USGBC es un catalizador de conocimiento y formación continua.
Fomentar la innovación: Se celebra y promueve la frontera en tecnología, materiales y diseño, para que la industria avance siempre hacia nuevas soluciones. Hoy en día, el valor acumulado de los materiales sustentables y saludables especificados en los proyectos LEED supera los 100 mil millones de dólares.
Alinearse con metas globales de sustentabilidad: El USGBC trabaja en sintonía con objetivos como los del Acuerdo de París y la Agenda 2030 de la ONU, asegurando que sus acciones sumen a metas realmente transformadoras.
Los edificios con certificación LEED pueden reducir las emisiones de carbono en 34%. Además, el 80% de los empleados que trabajan en un edificio certificado, reportan que la calidad del aire y la luz natural mejora su salud física, su productividad y su estado de ánimo. Estos resultados demuestran que, cuando el sector trabaja en conjunto, se pueden lograr impactos globales y duraderos en el bienestar y la sostenibilidad de nuestras ciudades y comunidades.
De la eficiencia energética a la descarbonización total
Uno de los mensajes centrales del reporte es la importancia de seguir avanzando para dar el salto definitivo de la eficiencia energética hacia la descarbonización integral. Ya no basta con reducir el consumo eléctrico en la operación; ahora el objetivo es medir y reducir la huella de carbono de todo el ciclo de vida del edificio, desde la extracción de materiales hasta la demolición o reutilización.
Los mercados líderes ya están alineando regulaciones e incentivos para impulsar proyectos net zero, pero es muy importante que en países como México, donde la construcción es responsable de buena parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, sigamos este ejemplo. Para quienes participamos en el sector local, anticipar esta transición es clave: los proyectos que hoy adoptan mejores prácticas estarán listos para cumplir futuras normas, acceder a financiamiento y diferenciarse ante clientes e inversionistas. ¿Cómo podemos lograrlo?
Midiendo y reportando las emisiones de carbono de principio a fin: Esto significa calcular la huella de carbono desde la extracción y transporte de materiales, el proceso constructivo, el uso u operación y el eventual desmantelamiento. Por ejemplo, puedes emplear herramientas como el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) o softwares especializados (como One Click LCA o Tally), que permiten cuantificar emisiones asociadas a cada fase y generar reportes claros para clientes, inversionistas y autoridades.
Eligiendo materiales de bajo impacto ambiental: Aquí se trata de optar por concreto con adiciones puzolánicas, acero reciclado, paneles prefabricados, madera certificada o acabados producidos localmente. Por ejemplo, sustituir concreto convencional por alternativas con ceniza volante puede reducir de forma importante las emisiones asociadas a la estructura. Otro ejemplo sería utilizar sistemas constructivos modulares que disminuyan los residuos y el tiempo de obra, además de la huella de transporte.
Priorizando certificaciones avanzadas: Como LEED Zero Carbon requiere validar —con datos y documentación— que el edificio alcanza emisiones netas de carbono iguales a cero, ya sea mediante reducción, compensación o generación de energía renovable. Un edificio certificado bajo este estándar puede emplear energía solar fotovoltaica, contratos de energía limpia, sistemas de almacenamiento y compensaciones verificadas para neutralizar el carbono restante. Así, el proyecto se convierte en un caso de referencia y gana ventaja competitiva ante inversionistas y clientes.
Salud y bienestar de los ocupantes: mucho más que una tendencia
De acuerdo con el reporte, el mercado actual valora cada vez más los inmuebles capaces de ofrecer ambientes que cuidan tanto el cuerpo como la mente. Hoy en día, en la industria de la vivienda, pero también en manufactura, workplace y hospitality, los proyectos exitosos están adoptando estrategias específicas como:
Optimización de la ventilación y la calidad del aire interior: Ya no basta con cumplir los mínimos de ventilación establecidos por normativas. Los proyectos de alto desempeño están integrando sistemas híbridos que combinan ventilación natural controlada y sistemas mecánicos inteligentes, como sensores de CO₂ y ventilación de volumen de aire variable (VAV), capaces de filtrar contaminantes, regular la humedad y asegurar una renovación adecuada del aire, incluso en climas extremos o contaminados.
Maximización de la luz natural y conexión con el exterior: La abundancia de luz natural —gestionada adecuadamente para evitar el deslumbramiento— está directamente relacionada con mejoras en la productividad, el estado de ánimo y la calidad del sueño de los usuarios. Aquí, el diseño bioclimático cobra especial relevancia: la correcta orientación de ventanas, el uso de patios interiores, tragaluces, protecciones solares móviles y la conexión visual hacia jardines o terrazas son elementos que, bien integrados, transforman la experiencia de los espacios de trabajo y vivienda.
Cuidado de la acústica, la ergonomía y el confort térmico: El control del ruido —tanto de fuentes externas como internas— es uno de los factores que más incide en la concentración y el bienestar emocional, especialmente en zonas de alta densidad urbana. Incorporar materiales acústicos absorbentes, particiones móviles, y estrategias de zonificación es clave en entornos colaborativos o residenciales de alta densidad.
Adaptación y resiliencia ante el cambio climático: un desafío local con impacto global
El cambio climático es una realidad ineludible, y en México lo vivimos de primera mano con olas de calor cada vez más extremas y sequías recurrentes. Al igual que en ediciones anteriores, el reporte de la USGBC nuevamente insiste en que la resiliencia dejó de ser un extra y se volvió requisito, pues no solo protege la inversión, sino que crea comunidades mejor preparadas y más atractivas, especialmente en mercados que enfrentan eventos climáticos severos. Las recomendaciones principales son:
Analizar riesgos climáticos locales desde la planeación. Actualmente, los diseñadores de edificios especializados en sostenibilidad y resiliencia disponen de modelos predictivos que ayudan a anticipar olas de calor, sequías o inundaciones, para tomar mejores decisiones sobre orientación, sistemas constructivos y protección solar.
Captación, almacenamiento y uso eficiente del agua: Los sistemas de captación pluvial, reciclaje de aguas grises y equipos eficientes ya son indispensables en prácticamente cualquier tipo de proyecto, sobre todo en regiones con estrés hídrico.
Materiales y soluciones para condiciones extremas: El aislamiento térmico, la ventilación cruzada, el enfriamiento pasivo y los materiales resistentes a altas temperaturas, ya forman parte del estándar internacional que hay que adoptar en los proyectos locales con urgencia.
Digitalización y tecnología para un diseño y operación eficiente
Desde hace décadas, la transformación digital acelerada está impactando exponencialmente a todos los sectores y la industria arquitectónica no es la excepción. No es ninguna sorpresa que el reporte se refiera a la tecnología como una piedra angular para lograr edificios eficientes, flexibles y con datos reales de desempeño ambiental. Por ejemplo, los proyectos destacados por aprovechar la tecnología ya incluyen:
- Modelado BIM para integrar equipos, anticipar conflictos y optimizar recursos desde el inicio. Esto no solo agiliza la obra, también reduce errores y ahorra costos.
- Sistemas inteligentes de gestión (BMS/IoT) que monitorean en tiempo real el uso de energía, agua y recursos clave, y ajustan automáticamente la operación según la ocupación y el clima.
- Analítica avanzada que permite diseñar tomando en cuenta el control térmico, la eficiencia energética, el carbono incorporado o el ciclo de vida, entre otros.
Sin duda, digitalizar es la manera más rápida de lograr objetivos ambientales medibles y reportar avances de manera confiable. En mercados donde la transparencia y el cumplimiento de metas ESG hacen toda la diferencia, tener tecnología de tu lado es un factor clave.
Economía circular: el siguiente paso lógico
¿Qué hay más allá de las acciones que abarcamos en cada proyecto de forma aislada? El Impact Report 2025 nos recuerda que el modelo lineal de “usar y tirar” ya no tiene cabida. El sector construcción avanza, aunque con retos, hacia la economía circular: reducir, reutilizar y reciclar para maximizar el valor de los recursos y minimizar los residuos. Algunos pasos concretos que debe tomar el sector trabajando en equipo con industrias relacionadas son:
- Elegir materiales reciclados y de origen local, reduciendo la huella de transporte y fomentando economías regionales.
- Diseñar para el desmontaje: pensar los edificios para que sus componentes puedan ser fácilmente reutilizados o reciclados al final de su vida útil.
- Gestionar con más eficiencia los residuos, tanto en obra como en la operación, con metas concretas y monitoreo real del cumplimiento.
Aunque el acceso a materiales o la infraestructura de reciclaje siguen siendo retos en muchos mercados, el impulso regulatorio y la demanda social están acelerando la transición. Los proyectos que ya aplican principios de economía circular no solo cumplen con lo esperado hoy, sino que están mejor preparados para las reglas del mañana.
El enfoque Page, ahora Stantec: diseño integral, visión internacional y sustentabilidad real
En definitiva, el USGBC Impact Report 2025 nos ha dejado claro una vez más que el éxito en el sector dependerá de nuestra capacidad para integrar descarbonización, bienestar, resiliencia, tecnología y economía circular en todos los procesos del ciclo de vida del proyecto.
En Page, ahora Stantec, llevamos esta visión al siguiente nivel. Somos una firma internacional de arquitectura e ingeniería, con equipos de especialistas in-house: arquitectos, ingenieros, consultores en sustentabilidad y expertos en cada disciplina que trabajan codo a codo bajo los más altos estándares globales y con una visión colaborativa que nos permite abordar proyectos complejos y anticipar tendencias.
Para nosotros, la sustentabilidad no es un adorno, es el eje de nuestro trabajo:
- Aplicamos criterios de eficiencia energética y reducción de huella de carbono, alineados con marcos internacionales como LEED.
- Ponemos el bienestar y la resiliencia en el centro del diseño, proponiendo soluciones adaptadas a cada contexto.
- Integramos tecnología y analítica avanzada, para asegurar un desempeño ambiental sobresaliente, hoy y en el futuro.
¿Tienes un proyecto en puerta y quieres que supere los nuevos estándares globales?
Acércate a Page, ahora Stantec. Hablemos como colegas: entendemos tus retos y sabemos cómo ayudarte a sumar valor, innovación y sustentabilidad real a cada etapa del proceso.